Un vecino de Santa Lucía patenta una nueva silla infantil para los vehículos

BUEN TRABAJO
Guillermo López, vecino de Santa Lucía de Tirajana y cerrajero de profesión, ha propuesto a la Dirección General de Tráfico en Madrid la posibilidad de comercializar una nueva silla integrada infantil para vehículos."La idea surgió a raíz de los problemas que hay con las sillas habituales", afirma este inventor santaluceño. El modelo comercializado actualmente "es un bulto muy aparatoso que lleva muchos años en funcionamiento y si lo tienes instalado en el coche y alguien quiere sentarse, no puede". Además "tiene un problema añadido que es que la mayoría de los taxis no llevan este dispositivo de seguridad para niños, por lo que me decidí a crear algo nuevo".El nuevo sistema de seguridad para niños en vehículos ideado por Guillermo López consiste básicamente en dos brazos integrados que están regulados de forma que si un adulto se quiere sentar en ese sitio sólo debe tirar de una palanca insertada y el asiento se queda preparado para su utilización. Este dispositivo está indicado para personas que miden hasta 1,35 metros o pesan 35 kilogramos como máximo.La Dirección General de Tráfico estudia en Madrid ahora la posibilidad de integrarlo en los coches. "Yo lo confeccioné pensando en que cualquier conductor puede incorporarlo en su coche sin problemas, ya sea un tapicero o un profesional, ya que es de fácil instalación".Para Guillermo López, realizar este sistema no fue nada fácil. Cerca de un año le costó que la idea sobre el sistema que al principio no le terminaba de convencer del todo por su fiabilidad, se convirtiera en una realidad. "Debía tener muy en cuenta el material elegido para que fuese de calidad", añade.Una vez que dispuso del diseño, lo homologó en la Dirección General de Tráfico a través del Instituto Tecnológico. "Desde que lo presenté gustó la idea y en estos momentos en Madrid están estudiando la posibilidad de comercializarlo".

La última romería del año

ASI SE CULTIVAN NUESTRAS COSTUMBRES CON LOS NIÑOS, NUESTRO FUTURO

Fue la guinda a las fiestas patronales. Y a fe que fue un colofón de oro. La romería celebrada ayer en el pequeño y acogedor pueblo de Santa Lucía de Tirajana desbordó todas las previsiones al cobijar, en medio de su jarana, a cerca de 25.000 personas, según el cálculo facilitado por la Policía Local a Francisco González, el presidente de la comisión de fiestas y concejal de la zona alta del municipio que, en vista de semejante éxito, se vio obligado a adelantar la celebración de la macrodiscoteca prevista en el programa de los fastos más allá de las cuatro de la tarde.El casco tiene un censo de 950 habitantes. Ayer quedó pulverizado por obra y gracia de un evento que, aunque apenas tiene de por sí una pequeña distancia de 600 metros, la que existe entre la iglesia y la plaza del Paradero, no pasó indiferente para media isla. Acompañados por los sones -y los rones- de la tierra y pasada la una de la tarde, una veintena de carretas acompañaron en su multitudinario periplo a la Virgen del Rosario, portada sobre una carreta tirada por dos lustrosos bueyes. Tras la misa canaria interpretada por el grupo Ibaraden, la nota exótica la puso el grupo de chácaras, tambores y bailarines de El Pinar, en El Hierro, que hizo más llamativa la marcha. Eran las cuatro de la tarde y la jarana seguía con la GC-65 anegada de gente y un sarao que, en palabras de García, iba a echar el cerrojo muchas horas después, en torno a las nueve de la noche.IMPACTANTE. El responsable de la comisión organizadora no dejaba de subrayar el descomunal poder de convocatoria del acto "a pesar de la ubicación del pueblo y las curvas que tiene la carretera de Los Cuchillos", mientras de fondo la música seguía invitando a una jarana sana, sin incidentes y en la que también colaboró de manera reseñable la empresa de transportes Global al disponer un servicio especial de guaguas entre Vecindario y el casco.El tipismo y la canariedad dieron paso con las horas a la tradicional verbena, con lo que concluyó la épica jornada en la que el Sureste tuvo no ya sólo una macrodiscoteca, sino una macrorromería en toda regla.

Santa Lucía llevará a los colegios un programa piloto sobre zonas verdes y juegos

HACIENDO CULTURA DE NUESTRA TIERRA
Los coordinadores del Proyecto Verde, Eduardo Franquiz, Mónica Sánchez y Nayra Santana, usan los consejos de los mayores de Santa Lucía para enseñar a los estudiantes del colegio Tajinaste de Vecindario a cuidar las zonas verdes. La experiencia está siendo positiva porque sensibiliza a los escolares en el buen uso de los múltiples parques existentes en los barrios del municipio santaluceño.“¡Mira, mi niño, antes jugaba uno con cualquier cosa y bien que se divertía!”, comentaba Agustinita en la clase de 6º del colegio Tajinaste. “Pues mi abuelo me dijo que ellos jugaban al escondite en un terreno aquí cerca que ya no existe porque hay casas”, contesta Carlos, uno de los alumnos.Con esta conversación se inicia uno de los objetivos del programa ‘El parque de los abuelos´, integrado en el Proyecto Verde, y promovido por el Ayuntamiento de Santa Lucía, con el que se pretende recuperar la historia oral sobre los espacios verdes públicos a través de las personas más mayores del municipio. La intención de Eduardo Franquiz, iniciador del proyecto sobre educación ambiental, es que los niños conozcan la historia de los espacios verdes de antaño, saber cómo se jugaba antes y la relación que existía entre estos juegos y el contacto con la naturaleza.Mónica Sánchez, coordinadora de Proyecto Verde afirma que “es una buena forma de que los niños tengan una mayor conciencia del cuidado del medio ambiente y los espacios verdes. Es una propuesta que llega a todos los centros educativos de la zona y los interesados nos llaman para realizar la actividad”.El equipo lo conforman dos educadoras ambientales, Nayra Santana y Ruth Hernández, esta última es la encargada de disfrazarse de la viejecita Agustinita y exponer las formas y costumbres en los juegos de antaño. Nayra Santana, por su parte, es una simpática maestra de ceremonias que presenta a Agustinita e instiga a los alumnos del colegio con preguntas sobre sus abuelos y sus tradiciones en la zona que previamente ellos han tenido que preparar en sus casas junto a los mayores que conocen.TRADICIÓN. El objetivo del Proyecto Verde de dinamizar el uso de las zonas verdes de Santa Lucía, se cumple con este programa ya que, según Mónica Sánchez, los alumnos se ven en la necesidad de preguntar a sus abuelos sobre la forma de vida de antes. Una vez que los ‘pequeños reporteros´ del colegio Tajinaste de Vecindario indagan en la memoria de sus mayores y recuperan parte de su memoria histórica, deben recopilar la información en un ‘cuadernillo del reportero´.

Más de 300 vecinos preparan en Casa Pastores su Belén Viviente

BIEN POR LOS VECINOS. AHORA VENDRA EL POLITICO DE TURNO A SACARSE LA FOTO.
Más de trescientos vecinos de Casa Pastores, en la zona baja del municipio de Santa Lucía, se han vuelto a implicar en la representación de su nacimiento navideño, que promueve la Coordinadora del Belén Viviente en el seno de la Asociación de Vecinos Teneguía. Como cada año, desde septiembre los vecinos del barrio están trabajando para ofrecer dos únicas representaciones, los días 24 y 25, según informó hoy la organización en un comunicado. La plaza de Casa Pastores se ha convertido poco a poco, durante las últimas semanas, en un amplio escenario en el que de nuevo se representará la vida de un pueblo con ambiente canario para reproducir, en fechas de Navidad, las principales escenas de la historia en torno al nacimiento de Jesucristo. Carpinteros, electricistas, decoradores y costureras trabajan para poner a punto un escenario en el que participarán más de 250 personajes, actores y figurantes que desarrollarán sus papeles según un guión que tiene como recurso principal en esta edición las labores cotidianas en torno al cultivo de la papa y el millo. Junto a ellos, no faltarán los personajes propios de la época que interpretarán el argumento central de la historia en sus cabañas, palacios y plazas. El Belén Viviente de Casa Pastores es definido por sus promotores como "bastante más que una representación navideña, puesto que -argumentan- surgió como un proyecto comunitario para dar cohesión al barrio y con esa filosofía se mantiene año tras año, gracias al esfuerzo de un grupo de personas y a la participación de centenares de vecinos". El montaje actual, en el que están implicadas casi todas las familias del pueblo, tiene su origen en 1989, cuando la coordinadora juvenil decide llevar a la calle la iniciativa que había puesto en marcha el párroco Francisco González tras la construcción del templo del Buen Pastor, rememoran.